Crítica KELP: "La sangre no es agua"
De la editorial Me Gusta Leer
(parte
del grupo Penguin Random House) nos llega una de sus última publicaciones titulada La
sangre no es agua del actor/director y escritor Boris Quercia.
Nos ha tenido en espera un buen rato después de leer y presenta en KELP su segundo libro
Perro Muerto sobre un nuevo caso del detective (tira) llamado Santiago Quiñones.
Perro Muerto sobre un nuevo caso del detective (tira) llamado Santiago Quiñones.
Pues bien, ha llegado y nuevamente el protagonista se ve envuelto en un espiral de infortunios.
Genial desde ya por que Quercia logra describir y situar a Santiago como una ciudad, tal cual es: que no duerme, que siempre alguna improvisación requiere.
Es una novela que en sus casi 300 páginas nos envuelve en un chaos de acciones que cierra la trilogía de sus primeros 3 libros = casos.
Un libro que nos envuelve en el mundo oscuro del narcotráfico y de los ultraderechos enfocados en un tema de migración y odio hacia los inmigrantes. Aborda de manera novelesca los temas de inmigración, siendo protagonista.
La
sangre no es agua comienza al 100% con un crimen que es la tónica de los libros de Quercia y que me gusta por que como novela policial se enfoca en ese error que la sociedad tiene. De lo que por ahí lei absurdo de la sociedad, esos pasos en falso que cometemos y que el sistema nos obliga a tomar.
Como dice el autor: "es absurdo que un Estado obligue a una niña violada a terminar su embarazo".
Podríamos decir, tipico chileno pero este tema es más profundo y envuelto en novela logra una mezcla re interesante entre migración-sociedad-vida en caida.
La
sangre no es agua que al parecer pronto veremos en cines lo puedes encontrar directamente acá.